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Alma Solar 2. la Didáctica interior.

por el Maestro Gabriel Rodríguez.



Por varios días has meditado en cada una de las cosas que escuchaste, las cuales están indeleblemente grabadas en la memoria, las maravillas de cada concepto, cada descubrimiento. Seguramente lo que más impacta es el trato que los Guías Espirituales te dan. ¿Te preguntas si en verdad alguna vez alguien te manifestó tan profundo amor y respeto? Es más, ¡ellos se sentían honrados de estar ante tu presencia! Y te embarga el éxtasis de sólo existir.


Es allí cuando escuchas la voz de los Maestros decir:

- Eso se debe a que te diste cuenta de que se está expandiendo la conciencia, y esa expansión te acerca a la verdad. Por eso ahora debes aprender a conectarte con la paz, la felicidad. ¿Es un lugar? No es un lugar, es un estado. La mente masculina toma el control y te aleja de ese bienestar. ¿Cómo logro ese estado? No es difícil. Situaciones problemáticas a niveles físico, mental y emocional llegan porque uno lo permite, de otra manera no deberían llegar a estar bloqueados.


Pasaron los días y una voz comenzó a cuestionarte todo lo vivido. Una voz en tu cabeza que dice que todo eran locas y ridículas imaginaciones. Te regaña por exponerte de esa manera y te exhorta de que la única verdad es el mundo que ya conoces:

- El dinero es real, la armas son reales, el desprecio que otros te tienen, eso es una realidad - dice la voz. - Si crees en lo que imaginas, solo permitirás que tu ingenuidad te lastime, cuando seas abofeteado por la realidad. No esperes otra cosa -.

Y por mucho tiempo la voz te hostigó, y trató de destruir la confianza y las enseñanzas que habías recibido en el Bosque junto a los Maestros interiores. Hasta que reaccionas, y con firmeza le dices a la voz que no hable más, que lo vivido con tus Guías Espirituales es real, y aunque no lo puedes comprobar científicamente, sabes que algo ha sucedido en verdad, algo bueno... y te dispones volver a visitar tu mundo interior...


Cierras tus ojos, y te concentras en el ritmo y el sonido de tu respiración… sumergiéndote en un estado de paz, tranquilidad, calma… deseas llegar allí, pero no estás ansioso. Todo se esfuma a tú alrededor, no más ruidos, no más molestias…


- Estamos muy complacidos, pues regresaste una vez más - declara Anael, apenas te haces consciente del lugar. - Sabemos que no es sencillo al principio hacerle frente a la voz del sistema mental, que no puede comprender la naturaleza de lo que aquí está sucediendo. Te invitamos a que seas firme, a que recuerdes lo que te enseñamos y a que evoques la energía del amor que aquí experimentas, cuando lo necesites en tu vigilia cotidiana. Nuestro amor irá en tu ayuda, y sabrás que cuentas siempre con nosotros. Muy pronto trabajaremos para que los sistemas de tu personalidad se reconcilien unos con otros y experimenten la energía del Yo Divino. Esto calmará la lucha que por ahora cada sistema realiza por mantener el control de la situación.


Entonces surge espontáneamente una pregunta en tu mente que ronda con frecuencia cuando vuelves a tus tareas cotidianas: - ¿Acaso no me han enseñado desde pequeño que la imaginación es una inútil actividad sin sentido? ¿Puedo decirme que he visto a un ángel, cuando únicamente lo he imaginado?


Y Anael con una sonrisa comprensiva comienza su lección: - Para nosotros, la imaginación y la visualización son lo mismo. Es tu capacidad de poder conectar con mundos energéticos. Desde este punto de vista, el mundo que ves a diario en tu estado de vigilia es lo mismo. La diferencia aquí está en donde se enfoca tu conciencia individual. Por eso te decimos que la mente no genera a la materia, sino que toda materia es mente, o mejor dicho, conciencia. Materia es la palabra que usa el experimentador para describir el marco de realidad o conciencia en donde está enfocado en determinado momento.


En el estado meditativo no es posible que se generen mentiras, en otras palabras, la mentira no es un concepto multidimensional. Ya que todo es verdad, o en otras palabras todo existe. Es posible que algo comience a existir por causa de tu propio poder creativo, pero desde que comienza a existir, ya es. Todo lo que ocurre en estos estados de conciencia tiene propósito, no son sueños donde se están descargando procesos sinápticos, o se está simplemente reordenando información, no. Es una experiencia vivencial consciente, es tu conciencia enfocada en otras áreas de la realidad universal.


Con nuestra asistencia, contarás con la seguridad de que te ayudaremos en cualquier situación que te sorprenda, a comprender y a armonizarte. Estaremos siempre contigo, aún cuando no nos veas. Para nosotros es imposible no estar conscientes de ti. Te protegeremos y te guiaremos de la manera más apropiada. Consulta con nosotros todo lo que desees saber, siempre habrá respuestas. Aun nuestro silencio es una respuesta.


Entonces te abrazan, te sonríen y sin muchas más palabras, gentilmente mueven sus brazos a tu alrededor… cuando te das cuenta, estás acostado flotando sobre el césped boca arriba, como si estuvieras en una camilla invisible. Ellos proceden a trabajar en tu sanación y armonización. Mueven sus manos como tejiendo luz, otro acomoda cosas en tu interior y otro más ilumina tu cabeza con sus manos… estás envuelto en una burbuja de luz rosada.


A los minutos terminan, y los tres comienzan a reír de manera cómplice, como si hubieran cometido una travesura. Quieren darte una sorpresa. Cuando te incorporas encuentras que el prado y el agua están cubiertos de pétalos de rosas. Los acompañas al agua y te recuestan sobre la superficie. Entonces te sumergen repetidamente, mientras dicen que el agua te limpiará. Cuando terminan juntos van al prado. Te sientes protegido/a, animado/a, bailan a tu alrededor y dándote mucho afecto, te besan, ríen. Te emocionas profundamente por tanto amor. Te invitan a bailar pero estás muy débil para hacerlo, entonces te hacen masajes. Ahora los puedes abrazar con fuerzas y bailar y saltar. ¡Eres tan libre! ¡Son tan hermosos, tan lindos! Y ya han jugado un rato. Los cuatro se sientan en círculo.


- Por favor Amado/a, cierra los ojos - dice Anael. - Ya puedes abrirlos.

Frente a ti hay una inmensa columna de llamas blancas, y crees ver en medio de esa luz la imagen de ese ser querido ya se había ido, a quien deseas ver con todo tu corazón otra vez.

- Él está en otra dimensión y se encuentra muy bien - agrega Anael. - Mira lo que te conseguimos, la Llama Blanca de la Sanación. Esta llama viene a ayudarnos, en otros encuentros reconocerás quien es.


Y tu corazón desea que se revele ahora para saber si es quién piensas.

- Lo que más deseamos es verte sano/a, eso es lo más importante ahora. Absorbe la luz de la llama. Deja ya de pensar en él, está en otra dimensión y muy feliz. Entiendes que cada cosa tiene su tiempo, ya todo se sabrá cuando sea apropiado.

- Ya estás listo/a - concluye Anael.


 

Fue así que los tres Maestros se incorporaron y comenzaron a caminar hacia el Este del prado, haciendo señas para que los sigas. El paisaje fue transformándose… de manera que el prado, el bosque, el lago, fueron dando lugar a paisajes más agrestes, escabrosos... Sientes que haz caminado una gran distancia, sin embargo tus amigos mantienen el buen ánimo y la alegría de siempre.


- ¡Qué inmenso es éste lugar! ¿Tendrá fin? - te preguntas.

- Como toda creación espacio-temporal, tiene sus límites - explica Mariel, mientras te mima con su mirada. - En otras palabras, el Bosque tiene fronteras, aunque podrías viajar por miles de kilómetros y nunca encontrarías su fin, pues el proceso creativo de tu conciencia es lo que lo sustenta. Pero todo lo que no esté bajo el proceso creativo de tu conciencia, está por fuera de la realidad del Bosque.


Entonces el terreno se pone escabroso y complicado, mientras saltan juguetones de roca en roca. Se encuentran dentro de los laberintos labrados en un cañón de rocas ocres, verdes y rojizas. Y como si lo numeroso de sus túneles y recovecos no fueran suficiente para viajar con cautela, les incentiva a comenzar a jugar a las atrapaditas, mientras van corriendo y escondiéndose unos de otros. Sus risas suenan allí como la caída de mil gotitas de cristal, y aunque te invitan a jugar con ellos, te da la impresión de que es mejor seguir atentamente el curso del pequeño arroyo que les guía en el camino. Sin embargo al mismo tiempo comprendes que ellos conocen muy bien lo que están haciendo y hacia donde van, lo que da una gran tranquilidad. Y el arroyo los ha guiado a un llano desierto.


- ¡Ya estamos llegando! - expresa entusiasmado Daniel, señalando hacia el horizonte.

A la lejanía se ven unas formaciones rocosas, y conociendo a tus amigos sabes que bien organizarían al instante una carrera, para ver quien llega primero, más son gentiles contigo y guardan el paso de la marcha a tu ritmo. No es que estés cansado, pero te comportas como si estuvieras limitado por el cuerpo. Qué extraño es esto.


Y encuentran una gran gruta, muy particular. Es tan grande su entrada que puedes observar que sus paredes están edificadas con habitaciones labradas en la piedra, juntas hasta varias decenas de metros, como si se tratara de un panal. Son bastante sencillas, pero se ven agradables, armoniosas. Ventanitas pequeñas y algunas puertas se alcanzan a ver accesibles por numerosas escalinatas estrechas y empinadas. Todo está construido del mismo material. Parecen estar deshabitadas.


Entonces detienen la marcha en medio de la inmensa bóveda ciclópea. El suelo está resquebrajado como el lecho de un río seco, y Anael comienza a levantar esas baldosas pétreas donde puedes ver dibujadas la silueta de muchos Ammonites fósiles (moluscos cefalópodos prehistóricos). ¡Qué gran entusiasmo! Allí asoman de entre la tierra, los más hermosos cristales y rocas que jamás hayas visto. Junto con él comienzas a escarbar, encontrando más y más.


- Éste es un lugar que usan los Guías a fin de enseñarles a sus Amados sobre las propiedades energéticas de los cristales entre otros aprendizajes - explica Anael, mientras observa con satisfacción tu inmensa alegría. ¡Cuántas maravillas cristalinas se podían tener entre las manos! Esmeraldas, que sanan las heridas del corazón y restauran las células del cuerpo, Cuarzos que emanan poder, sabiduría y vida, Turmalinas que quitan el miedo, la ansiedad y la angustia, entre muchas otras. Fue una fiesta de luz, forma, color y conocimiento.


Entonces observas como Daniel que se había acercado a una abertura en el fondo de la cueva, dice: - Ya está listo.

Mariel tomándote de la mano sonríe.

- ¡Ven! - exclama Anael.


Mientras se van saltando embargados de alegría. Entran en un túnel, con una escalera rústica de piedra, que va hacia el fondo. Bajan… bajan… cada vez más hondo, hasta que encuentran que más allá está inundado por el agua.

- No temas, será divertido - dice Mariel.


Y te sumerges con confianza junto a ellos. Nadan por unos momentos, dándote cuenta que puedes respirar en el agua, igual que en el lago del bosque… van recorriendo grandes túneles sumergidos, donde puedes ver gracias a la perfecta transparencia del agua, como todo está bañado por una intensa luz dorada… descubriendo que todo el fondo se encuentra cubierto de ¡pepitas de oro! Al final salen del túnel acuático a un inmenso espacio sumergido. Te quedas extasiado observando los reflejos del Sol que cruzan la superficie allá arriba. Entonces los Maestros comienzan a ir más profundo.


Anael habla en tu mente: - Este es un sitio muy hermoso en el fondo del mar, donde los Maestros llevamos grupos de humanos para enseñarles las maravillas oceánicas, cristales, algas, animales, y su beneficio para los humanos y a todos los demás seres. Como resultado de estas experiencias, que usualmente suelen olvidar al reconectar con su nivel de conciencia de cotidiana, se despiertan en las personas los deseos de acercarse al mundo natural, de aceptarlo, y de entenderlo. Muchos han iniciado importantes investigaciones o profesiones relacionadas con lo que vivieron de mano de sus Maestros. Otros recibieron la armonía necesaria para lograr la fuerza de volverse hacia la luz en sus vidas diarias.


Siguen nadando, y cruzando por entre corales rojos, azules y blancos, se despliegan mil formas y colores. Acaricias las suaves y delicadas Anémonas de mar, que lucen penachos blancos y naranjas. Juegan entre tus dedos unos simpáticos peces Payasos. Más allá ostras gigantes se abren mostrando sus magníficos tesoros, perlas blancas, azules, amarillas, tan grandes como una manzana… a cierta distancia puedes ver que también hay en el lugar un gran grupo de humanos con sus Maestros recorriendo el mundo acuático. Mientras señalan con las manos las diferentes maravillas que van descubriendo. Realmente parecen un grupo de turistas.


 

Ahora todos comienzan a ir hacia la superficie. Los sigues y ves como van tomando cada vez más velocidad. Sientes una fuerza interior que también te impulsa a volar con extrema rapidez, saliendo como rayos hacia el cielo azul. Suben rozando las nubes… Al mirar hacia atrás puedes ver como la bahía y el bosque se pierden en la distancia. El espacio infinito comienza a mostrar los millones de estrellas que contiene ¡y es sorprendente!


Mariel vuela a tu lado, y con una inmensa sonrisa dice:

- Nos gusta jugar contigo en el cielo, o ir más allá, hacia el espacio, recorriendo los planetas del sistema solar, o ir a otras partes de tu Universo físico. En realidad lo exploramos desde su parte energética más cercana, el cuerpo etérico que manifiesta la vida en todo lo físico y que es semejante a éste.


En el espacio infinito se comienza a vislumbrar la figura de una construcción que brilla entre una bruma de colores. A medida que se acercan, la imagen da lugar a un espectacular edificio dorado, con inmensas escaleras, columnas y puertas de acceso construidos totalmente en oro.


Mariel agrega: - Es una ocasión especial para todo Maestro hacerle conocer a su Amado/a el Templo Dorado, uno de los lugares donde se encuentran los registros divinos de todos los humanos. Aquí podrás leer el Libro con la historia de todas tus vidas, o tu misión en la vida actual. Puedes observar tanto lo pasado como lo futuro, pero debes saber que todo lo que a ello se refiere son potenciales, pues siempre están sujetos a la eterna interacción que existe en la gran Conciencia Universal. En otras palabras, lo que tú materialices en el presente, tiene un impacto, tanto en el pasado como en el futuro. Igualmente echar un vistazo a lo que en éste momento hay, siempre es de gran ayuda. Estos marcos espacio-temporales no son sustentados únicamente por tu conciencia individual, por lo cual, se los experimenta con una cierta estabilidad estructural, de manera similar a la realidad que percibes en tu conciencia cotidiana, que es sostenida en una conciencia grupal humana.


¡Que emoción tan intensa llena tu corazón! Mientras comienzan a subir por la gran escalera que brilla como el Sol, los cuatro se ven pequeños ante tan magnífica construcción. Entras con la boca abierta y la vista recorre las altísimas cúpulas que dejan ver hermosos vitreaux que muestran las maravillas naturales del universo, y las interminables bibliotecas repletas de libros y pergaminos. Los Maestros saben a donde ir y los acompañas.


En uno de los salones, Anael toma uno de los libros y con una gran reverencia te lo da. Sabes de que se trata, es tu vida. Lo abres al azar y comienzas a leer: “… y fue en el año 1123 de la natividad de nuestro Señor Jesucristo, que yo…” y las letras se esfumaron, dando lugar a la visión de la vida que estaba escrita en ese libro, donde te ves como un monje. Tu corazón rebosa de compasión, y también de pesar por el sufrimiento que la gente lleva consigo. La vida no fue nada fácil, más bien muy dura. De niño casi no tenías que comer, de manera tal que tus padres te entregaron a un monasterio para que sirviendo a Dios, también tuvieras la oportunidad de vivir. Y viste muchas cosas dolorosas, y la pasión del muy Santo fue la medida de lo que podías esperar.


Así te entregaste a cuidar en especial de los niños, que morían de hambre en las calles, dando cobijo a todos los que te era posible sostener en el terrible invierno. Y entregado a esa contemplación profunda, que muchos no alcanzan en toda una vida, descubriste el consuelo de los Ángeles divinos, que te guiaron a reconciliarte con el camino que te tocaba vivir, y a entender el dolor, y las limitaciones que cubren a los humanos, que les impide desplegar el amor y la bondad.


Las lágrimas rodaron sobre las mejillas por ese magnífico hombre, que dio todo de sí por aliviar a otros, al punto de entregar su propia vida por proteger a los desvalidos.

- Todo lo que ahora te estamos enseñando, ya te lo habíamos mostrado allí - agregó Anael.

Y tu atención vuelve al Templo. Lo miras, y comprendes lo infinitamente sabio, y antiguo tu amigo es.

- Tú deberías ser como éste Templo – agrega Anael.

Tus ojos se iluminan, y la invitación tiene sentido.

- ¡Sí, se puede! ¡Que lindo/a y grande soy! - exclamas.

- Tú puedes ser este Templo… Bueno, ahora nos despedimos, pero nos vemos afuera - concluye Anael.


Y en un instante abres tus ojos.


Has regresado.



Puedes descargar el libro completo de Alma Solar, de forma gratuita.

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