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Alma Solar 12. Clave cinco.

por el Maestro Gabriel Rodríguez.



Clave 5.


La iluminación como tal, no es un lugar, sino mas bien, un estado. Tal estado se va creando y fortaleciendo, por medio de experiencias espirituales de alto nivel. Por ello, todo Guía de Luz, buscará prepararle para lograr el encuentro con los aspectos cada vez mas elevados de su ser y porque no, llevarle ante la presencia de la Esencia Divina, fuente de toda Luz y Amor. Serán estos encuentros, los que le marcarán para siempre, le colocarán en la senda correcta en la edificación de su propia luz personal.


Análisis de la Mente humana.

la Conciencia.

Ateniéndonos exclusivamente a las observaciones realizadas hasta el momento en la práctica psicoenergética, hemos optado por distinguir tres niveles accesibles de conciencia: el nivel Cotidiano o de Vigilia, el nivel Interior o Meditativo y un nivel de Conciencia Grupal.


Cuando hablamos del nivel de Conciencia Cotidiana, nos estamos refiriendo a ese estado de vigilia en el que realizamos las actividades diarias. Si comparamos este estado con los gráficos que tomaría un electroencefalograma, mostraría ondas cerebrales tipo Beta por encima de los 14 ciclos por segundo. En el nivel de Conciencia Interior o estado Meditativo, los ciclos cerebrales de las ondas son Alfa: están entre 14 y 7 por segundo. Es dentro de este estado meditativo, que accedemos al mundo donde se despliega la comunicación con aspectos más sutiles y los mecanismos que manejan la información de la personalidad humana profunda. Allí está el motor de la personalidad, lo que también podría llamarse el mundo subconsciente.


Uno de los obstáculos que tiene el hombre para poder comprenderse mejor, y así tener mayores posibilidades de lograr bienestar y satisfacción, reside en las limitaciones de la atención del estado de vigilia común. Nosotros creemos que la barrera que se establece entre ambos, no es únicamente salvada por una sesión meditativa, sino que es posible lograr un estado mancomunado de conciencia, donde en la actividad cotidiana se acceda al vasto conocimiento interior, desplegando las herramientas con las que se cuenta, sin que signifique tener que estar necesariamente recostado meditando. Éste nexo se establece en principio con la intención, con el saber que hay disponible un universo interior que es parte de uno, asumiendo de que es parte integral nuestra y no algo extrahumano.


Ahora bien, es muy importante que se entienda que esta parte interior, no está libre de negatividad y de limitaciones, por más que bajo determinadas circunstancias el Explorador interior se encuentre con representaciones internas de por ejemplo Ángeles de luz, los que pueden expresar un amor que en la conciencia cotidiana la persona cree que es incapaz de mostrar, aún así éstos Ángeles estarán limitados al conocimiento, habilidades e intereses propios del individuo, pues no son algo fuera de él.


Es en la Conciencia Grupal, que el individuo podría acceder a una red o fuente de información inteligente que contiene todo lo que los humanos poseen en común y es parte de numerosos estudios científicos que actualmente están evaluando su naturaleza y potenciales. Y más allá se encontraría la Conciencia Grupal del Cosmos y en otro nivel la del Universo. Los chamanes Mapuches de la Patagonia Argentina, por ejemplo, describen que por medio de sus viajes espirituales comprenden que todas las cosas tienen una conciencia: minerales, vegetales, animales. Y más allá de la humana está la conciencia de la Tierra, del sistema solar, de la galaxia y del Universo. En estos niveles accederíamos a información por fuera de lo que son las limitaciones del individuo. Desde estos niveles de conciencia, es válida la idea de que “uno es todos y todos son uno”.


La divinidad interior.

En el relato sobre el Alma divina, no hemos volcado gran parte del discurso de Anael pues merece ser analizado más amplia y detenidamente en otra oportunidad, debido a los alcances de sus conceptos. Este es otro punto en donde la multidimensionalidad hace su aparición.


Los Guías Espirituales llaman Alma a esta representación e indican que ella es transpersonal, o sea, se encuentra más allá de la individualidad de un ser humano encarnado. Sin embargo, es posible encuadrarla como Yo Divino si se la entiende como una representación del aspecto más refinado, elevado, sutil y divino que se tiene como individuo. Sin embargo no son claros los límites entre el Yo Divino, como parte del sistema individual y el Alma como una conciencia multidimensional que abarca la personalidad de múltiples individuos. Lo más probable es que el Yo Divino sea una representación cuya naturaleza la establece como frontera entre lo individual y lo transpersonal; una parte de nuestra conciencia que actúa como portal o conexión directa con la conciencia divina, eterna y trascendental a la que los Maestros llaman Alma. Para este análisis vamos a preferir usar la idea del Yo Divino, pues hablar del Alma nos adentraría a un universo mucho más amplio y profundo de lo que deseamos abordar ahora.


Luego de efectuada la meditación de la Coherencia, se puede realizar una actividad meditativa especial para entrar en contacto con el Yo Divino. Comparándolo con cualquiera de las otras representaciones del mundo interior, su energía supera a todo lo que como individuo hayas experimentado hasta el momento. Cuando se presenta, puede proceder a dar consejos, bendiciones, objetos, herramientas, realizar curaciones, iluminaciones, y conversar con los Maestros interiores. Hemos observado que el Yo Divino viene desde arriba, y su apariencia es la de un Sol magnífico oro-platino que lo abarca todo. No pudimos observar una forma antropomorfa completa, posiblemente porque su brillo es tan espectacular que lo inunda todo, más cuando comienza a interactuar con el explorador interior es frecuente que se le observen grandes y amorosos ojos, así como una amplia sonrisa. También en algunas ocasiones desplegó brazos y manos más o menos definidos entre el brillo, con los cuales entregó objetos a modo de regalos e impuso las manos sobre las representaciones de la conciencia presentes.


Lo que si destacamos es que la magnitud, fuerza, presencia y poder son muchísimo más grandes que los de cualquier Maestro Interior, y la experiencia se marca como una ocasión memorable en la vida del Meditante. Estos contactos con el Yo Divino hasta ahora han sido breves, no superando los 10 minutos. Estos encuentros no se producen por cuestiones que puedan ser abordadas por los Maestros u otras representaciones de luz; su contacto es algo ocasional y muy especial. En este caso el Armonizador debe limitarse a observar lo que sucede y que el Amado Meditante disfrute al máximo la experiencia. Es poder estar cara a cara con el amor de Dios.


Dios.

Ahora bien, surge a continuación la pregunta: ¿Cómo es posible discernir entre una comunicación con el Yo Divino y el de una conciencia extra-humana como la asociada en las tradiciones religiosas a Dios? No es sencillo este tema, pues por un lado tenemos fenómenos psíquicos complejos, y como supuesta prueba de su origen extra-humano, el sello de poderosas emociones humanas, generalmente positivas. Ahora bien, cuando abordamos el estudio concienzudo y minucioso de lo que los mensajes así recibidos expresan, encontramos que no son coincidentes en su esencia, el contenido el argumento con el sentimiento. Claro esta, que en una lectura superficial, lo que resaltan son las palabras relacionadas con significados positivos, pero en una lectura más profunda, y llevando el conjunto de la doctrina a las consecuencias prácticas, se muestran en segundo plano los clásicos conflictos humanos.


Para quienes no alcancen un nivel de conciencia que trascienda el ego y puedan comprender más plenamente lo que significa el “nosotros”, tal análisis escapa de los ojos. De esta forma, llevados por un lenguaje evocativo de nuestras emociones, también asimilamos como si fueran de la misma naturaleza conceptos, paradigmas y conductas que en la práctica resultan ser limitantes y desequilibradas.


En síntesis, todo dogma, concepto o razonamiento, que esté por fuera del amor (como emoción, concepto y acción), el perdón, la tolerancia, la paz, la dignidad de todo ser humano y de todo ser viviente, es desequilibrado. El amor te enseña lo maravilloso que eres. Te muestra de primera mano tu divinidad. Cuando te conectas con la armonía todo esta claro, todo encaja en su lugar. Ya no sientes ansiedad, confusión, ni soledad. No deseas poseer impropiamente, no hay codicia en ti, porque eres interiormente abundante. Y comprendes que cada ser en este universo es tan valioso como tú eres valioso.


Entonces, ¿es importante discernir si lo recibido es producto de un ser extra-humano o del propio ser humano? En realidad esto debería ocupar un lugar secundario, siendo lo más importante evaluar si dicho mensaje manifiesta una condición armoniosa o desequilibrada. Para lograrlo debemos analizar a fondo los atributos que se manifiestan en la expresión de dicho mensaje. Y para que ese análisis sea eficaz necesitas una medida, una clave. El amor será la clave, será nuestra llave secreta que abrirá tu corazón a los inmensos e innumerables regalos que hay para ti. La oscuridad, el desequilibrio, no puede copiar ni falsificar la llave del amor. ¡Es imposible!, la oscuridad no puede generar amor, luz, ¡pues es contrario a su propia naturaleza! Esta clave va más allá de simplemente la emoción llamada amor. Va más allá del éxtasis religioso, o la conmoción que acompaña a los eventos místicos. Pues en todas las diversas maneras que el hombre adora algo que considera superior, le sirve o entra en contacto con él, se produce un despliegue fabuloso de emociones intensas, en las que predominan sensaciones sublimes de amor, comunión y compasión, por nombrar algunas.


Cuando descubrimos que el ser humano posee una conciencia y una biología con facultades maravillosas, comprendemos que muchas experiencias y conocimientos que en un tiempo habíamos atribuido a un ser extra-humano como por ejemplo Dios, pueden tener su origen entre nosotros. Telepatía, telequinésis, visión remota, transmisión de emociones, bilocación, premonición, profecía, sanaciones y numerosos fenómenos que consideramos fuera del ámbito humano son parte de nuestro potencial. Si algo está claro es que debemos conocernos aún mucho más. Hay cosas sobre nosotros que van a sorprendernos, a medida que como civilización vayamos incorporando más datos, más estudios y más confirmaciones de la maravilla de nuestra propia naturaleza.


Muchos grandes Maestros de todos los tiempos y todas las culturas nos han hablado de esto mismo. Por ejemplo, Jesús siempre habló de amor, de conocer a Dios, de que Dios está en cada uno de vosotros, de que somos Su imagen, de que quienes nos rodean son la imagen también de Dios. Que las construcciones, ya sean templos o sinagogas no eran el único lugar donde encontrar o conectar con Dios, sino que un espíritu o corazón humilde y amoroso es lo único que se necesita para entrar en comunión con Él. ¿Dónde? ¡Pues donde quiera que estemos, allí también estará Dios! “Quien me ha visto a mi ha visto a mi Padre”, decía él. Quien ve a su hermano, ve a Dios, quien ve su rostro puede también ver el rostro de Dios. Tú y Dios son uno. Sin dogmas, sin yugos, sin construcciones, sin estructuras, sin imposiciones, sin obligaciones… sólo con amor.


Así es como evitaremos los caminos del desequilibrio y la limitación: observándonos, preguntándonos y analizando el resultado de lo que nuestra concepción de la realidad y nuestra conducta finalmente logra construir. ¿Cómo podría la luz y el amor, llevarnos a los caminos del miedo, el temor, a tormentos sin fin? ¿A creer que hay seres humanos destinados a la perdición o que son desechos? Por eso recalcamos: asimilemos y pongamos en práctica al Jesús Amor, al Jesús Tolerancia, al Jesús Comprensión, al Jesús Perdón. De esta forma nos acercaremos con gran precisión al Jesús Maestro que un día caminó con nosotros.


el Aura.

A está altura de la lectura, haremos un breve resumen y una comparativa interesante con lo expuesto hasta ahora sobre los diferentes seres representativos de la conciencia humana, tal cual los hemos encontrado por medio de la Meditación Dinámica. Somos concientes de los importantes e interesantes trabajos que otros investigadores y videntes han expuesto sobre los aspectos energéticos del ser humano, más nos mantendremos fieles a lo que vamos descubriendo de primera mano, sin desconocer que posiblemente hay muchos elementos más que serán confirmados en el futuro.


El valor que tiene lo que has leído y lo que enseñamos en la Sanación Álmica reside en que son conocimientos observacionales recogidos de primera mano. Tanto Laura como yo, utilizamos la capacidad de ver la energía humana, el aura y las estructuras energéticas. En base a estas observaciones hacemos las descripciones. Todo esto sumado a las experiencias meditativas de nuestros clientes, nuestras meditaciones y numerosas canalizaciones y trabajos abordados con diferentes fenómenos considerados paranormales. Con estas experiencias contrastamos y evaluamos las teorías o explicaciones que otros investigadores dan al respecto.


En primer lugar mostraremos una comparación entre los diferentes seres representativos de las Meditaciones Dinámicas y las teorías clásicas sobre la anatomía del cuerpo energético humano.



Niveles de Conciencia:

Comparación con la estructura del aura humana:

*Barbara Brennan: Manos que curan, edit. Martínez-Roca 1993.


Por medio de lo visto, podemos comprender que la conciencia humana asimila y procesa la realidad discriminándola por la cualidad de las energías que la componen. Esto significa, que entendiendo que todo lo que llamamos materia, que las experiencias que vivimos, las sensaciones, las emociones y los pensamientos son en su forma más básica y elemental energía que contiene información; la realidad estará por su gran amplitud, constituida por una gran variedad de matices o cualidades vibracionales o energéticas, según la fracción de ella que se trate. Más aún comprendiendo que el cuerpo de energía esta constituido por Chakras o centros que asimilan la energía de manera discriminada y por lo tanto cada uno de ellos influye de diferentes maneras el desempeño de la estructura total de la conciencia.


No vamos a entrar aquí en un estudio detallado de la anatomía clásica energética, sino que basta saber que la realidad está formada esencialmente por energía, la cual contiene información, y que según que fragmento de la realidad se trate, estará constituida por un tipo particular de calidad energética. Por lo tanto, ignorar o suprimir a uno de estos sistemas significa en la práctica, ignorar o suprimir una parte de la realidad en el individuo, por lo menos el acceso que tiene a esta desde el nivel consciente. Por lo tanto, si la realidad total se encuentra constituida por energía-información, y cada ser representativo expresa o constituye una parcialidad de esa realidad total, para realmente estar equilibrados, armoniosos, lúcidos y sabios, no debemos desechar ninguna parte de la realidad en la que estamos sumergidos ni estar impedidos de acceder a ella cuando lo deseemos.


Asimismo, observando los últimos estudios y descubrimientos científicos sobre la naturaleza del cerebro humano y su relación con la mente, claramente vemos que tiene los diferentes matices de la realidad que le constituyen reflejados en diversas zonas del cerebro: áreas creativas, lógicas, emotivas, perceptivas, etc. Todo lo que somos tiene un lugar particular en la estructura biológica de nuestro cuerpo, y en especial en el sistema nervioso central. Hasta hay una zona determinada del cerebro en donde experimentamos el éxtasis místico y otra zona con la cual experimentamos nuestros impulsos bestiales y salvajes. El cerebro refleja en su funcionamiento la contraparte física de las estructuras energéticas de la mente, y viceversa. Ambos son una unidad que se manifiesta en varios planos físicos y energéticos.


El gran tema ahora será ya no más una contradicción o diyuntiva entre cerebro-mente, sino saber si una vez que la contraparte física se degrada y desaparece, ocurre lo mismo con la conciencia o mente. Esa pregunta la abordaremos en otra oportunidad. Entonces, entendiendo que la realidad es comprendida globalmente por la conciencia, y por lo tanto constituida naturalmente por diferentes estructuras que asimilan sus variados aspectos, por fuerza, ninguno de ellos es más importante o insignificante que otros. Todos son partes del gran puzzle de la vida. Esto se hizo aún más evidente, cuando analizando en profundidad los diversos mensajes expresados por Yo divinos, seres angélicos y variadas divinidades, encontramos el inconfundible conflicto y parcialidad humanos.


Y aquí la palabra equilibrio o armonía alcanza un nuevo nivel de interpretación, ya no se trataría de la idea simple de no hacer algo malo, sino el de poder comprender y utilizar todo el potencial que la conciencia representa, el poder comprender la realidad en toda su magnitud, evaluarla y actuar de la manera más apropiada, sin estar impedidos de utilizar alguno de nuestros recursos.


Hay varias formas de clasificar u ordenar el funcionamiento de la mente y sus fenómenos. Nosotros elegimos un diagrama mostrando las representaciones que hemos analizado hasta ahora, poniendo énfasis en que todos ellos son igualmente importantes y diferenciados por sus las cualidades energéticas. Este diagrama es circular, como la mesa redonda del “Rey Arturo”. Y en medio de esta rueda, el Explorador interior, o la atención consciente, accediendo libremente a las diversas áreas que constituyen su personalidad sin condicionamientos ni limitaciones.





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Enlace en la imagen.




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